Elaboración del queso

Información

El queso es un alimento que posee importantes propiedades nutricionales. Uno de los más sabrosos manjares del mundo con miles de años de historia que ha acompañado a todas las culturas a través del tiempo y se ha adaptado a todo tipo de dietas y culturas.

Para elaborar un buen queso, lo principal que debemos tener en cuenta es la leche, materia prima de la que procede. A su vez, la leche podemos obtenerla, entre otras especies de vacas, ovejas, cabras y búfalas.

Partimos de una leche natural, desnatada total o parcialmente. Se elimina el suero y se madura la cuajada. Hay diferentes variedades, dependiendo, a grandes rasgos, del tipo de leche utilizada, de los métodos de elaboración y del grado de madurez que busquemos.

El queso que vayamos a consumir debe ser de buena calidad ya que hay mucha manipulación en su proceso de fabricación y esto produce ciertos riesgos.

Las recetas de quesos son infinitas por todo el mundo, hay muchas técnicas de elaboración, pero en general, casi todos cuentan con un mismo proceso básico:

Coagulación del Queso

La coagulación es el proceso mediante el cual se separa la parte sólida de la líquida de la leche al agregarle cuajo o un acidificador, una vez fermentada la leche. Lo haremos añadiendo fermentos lácticos o coagulantes vegetales o animales. Es en este momento cuando el queso pasa de ser líquido a estar sólido o semisólido. Se crea así una especie de cuajada.

Desuerado y prensado

Después de retirar la cuajada del suero de leche, la dejamos escurrir para retirar la máxima humedad posible, y así potenciar el sabor

Corte de la cuajada y su desuerado

Una vez conseguida la textura perfecta, nos dispondremos a realizar el corte. Las cuchillas utilizadas de denominan “liras” y presentan una serie de hilos paralelos. El tamaño del corte determinará el tipo de queso a elaborar y se iniciará el drenaje inicial del suero. 

Prensado del Queso

Posteriormente se colocará en moldes y se le dará la vuelta para que escurra totalmente. Se prensa la masa para terminar de sacar el suero. A veces se usa una tela porosa para hacerlo más rápido.

Salado

 Con este proceso, conseguimos la conservación del producto. Hace que se forme la corteza y evita que salgan microorganismos.

Maduración del queso

Los quesos se mantienen en cuevas de maduración o cámaras donde se controlará la temperatura de una manera constante, así como el grado de humedad, el aire.

 Esta etapa es fundamental, las reacciones y los cambios físico-químicos determinarán el futuro aroma, el sabor, la textura, la forma y la consistencia del producto.

Este proceso puede llevar días o meses en función de lo que queramos obtener. Según su maduración podemos obtener queso curado, queso semicurado, queso tierno o queso fresco.

Una vez terminadas estas fases, el queso estará listo para consumir. Como veis, se trata de una fabricación cuidada que necesita mimo y esfuerzo.

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